28.9.05

rock & blog

La semana pasada me mandé un buen tour. Tomando un café con Roberto, vía mail con Sanfeliú, en los patios de El Mercurio con Marcelo Ibañez, de la Zona. Tratando de entender pa' donde vamos con los blogs. Y algunas cosas salen a la luz. El que siga creyendo que son lindos diarios de vida, mejor cómprese la Pascualina y se reserva sus pensamientos sobre lo que almorzó hoy.
No, pa' que tan talibán. La gracia de este juego es ser libres a la hora de postear, así que en un nivel más básico, los blogs también pueden entenderse como una ventana a la intimidad del prójimo. Más atractivo aún si el sujeto en cuestión resulta ser un personaje conocido. Pero si pensáramos sólo en ese aspecto, estaríamos desperdiciando la oportunidad de ocupar esto como una trinchera del libre pensamiento, sin auspicios y sin glamour, sí, pero también sin presiones de avisadores, ni líneas editoriales, ni límite de caracteres ni korrecsiones de hortografia.
Bien por los que ponemos un poco de nuestra vida en la web, pero mejor aún por los que tratan además de apelar a otras vidas y buscar su propia forma de interpretar el mundo, en lugar de que se lo cuente un vocero muchas veces guíado por compromisos que no son ni remotamente un pacto de sinceridad con el otro. Y ojalá, además, sin dar la lata... que para eso ya hay (habemos?) muchos y no necesitan un sitio en internet.
Es muy posible que los weblogs derroquen a las vacas sagradas que hacen dinero monopolizando la información, hasta puede que todos nuestros "referentes" se derrumben en la próxima decada. No sé que va a pasar entonces, y tampoco sé si quiera pasar a ser parte de un sistema de medios con la fecha de vencimiento puesta.
Preferiría estar del otro lado, aquí mismo, tomándome menos en serio, y así evitar salir con cara de nada dando noticias por la tele o esclavizado por la pirámide invertida en algún diario, o peor aún, corriendo detrás de la próxima "figura" de la rancia farándula.
Hablando de no tomarse en serio, el informativo más popular en Estados Unidos ni siquiera es de verdad. Los gringos inteligentes (sorpresivamente, son muchos, aunque no los necesarios) siguen religiosamente el noticiero falso "The Daily Show" que se ríe de toda la actualidad, pero contándola igual o mejor que CNN o Fox... acá en Chile lo más parecido que tenemos a un noticiero de parodia es Meganoticias, porque esas horribles notas con efectos de sonido sobre "el flagelo de la droga" o el "drama del hilo curado" no pueden ser en serio. Le tengo poca fe a los diarios que leemos, menos a la tele made in Shile.
La radio, en cambio, se mantiene inoxidable, constante y cercana, como esos amigos que uno puede llamar cualquier día aunque no haya visto en años. Me gusta comunicar así, piola, acompañando otras cosas, dejándose escuchar... como la música de Kings of Convenience, dúo noruego lleno de canciones pequeñas y melancólicamente bellas (ojo con "Live Long"), que estuvo siendo tocado en la siempre notable Concierto.
Bloguear es un poco como hacer radio por escrito, y viceversa... mmm, suena bonita la combinación. Dará para comer?

14.9.05

de qué se quejan?

Sucede que a veces me canso de las minas. Ojo, no las odio, ni estoy cerca de cambiar mis preferencias y jugar para el otro equipo. Nada de eso.
Por el contrario, me encantan, en prácticamente todas encuentro cosas que me gustan, y quedarse mirando la risa de una mujer bella es una de las mejores maneras de gastar el tiempo, sobre todo si quieres que pase rápido. El señor Einstein utilizó esta analogía para su teoría de la relatividad: "Pon tu mano en un horno caliente durante un minuto y te parecerá una hora. Siéntate junto a una chica preciosa durante una hora y te parecerá un minuto." Se las traía el viejo.
Pero precisamente esta fascinación por el género (oh!! santas coincidencias Batman, acabo de ver a la Vicky del reality...y en persona es NOTABLEMENTE más guapa) es la que me trae problemas con ellas. Soy soltero, así que en teoría puedo mirar y comentar y re-mirar sin culpas. Aunque, de todos modos, los hombres siempre miraremos, comentaremos y re-miraremos independiente del estado civil (con más precauciones en algunos casos, claro).
No es ningún secreto que somos, en palabras femeninas, "calientes" y "babosos", aunque en mi opinión creo que sólo somos más honestos con nuestros propios instintos. ¿Y qué? ¿Por qué cresta las mujeres a nuestro alrededor insisten en criticarnos por tenerlas en la cabeza todo el día? Y hablo de todas: amigas, novias, proyectos de novias, madres, hermanas, las desconocidas en el metro y las que estamos por conocer. Las que amamos y odiamos están siempre, siempre ahí. En cada conversación del Club de Tobi llegaremos inexorablemente al mismo tema. Creo que me sentiría halagado si las minas nos dedicaran la mitad del tiempo que invertimos en ellas.
Decía que me canso, a ratos, de tener que defenderme ante acusaciones de este tipo, como si se tratara de un conflicto. Tengo claro que no lo es. Si lo fuera, llevaríamos todas las de perder, porque nuestra devoción natural por las mujeres está lejos de ser una fortaleza. Ellas tienen todo el poder, y los hombres siempre terminaremos haciendo lo que nos pidan, corriendo y con la cara llena de risa. Nos reímos de los macabeos hasta que nos toca a nosotros.
A los supuestos "machos alfa" nos cuesta reconocer la realidad: jamás le hemos ganado a nadie, y son las mujeres las que nos tienen (y nos tendrán) agarrados de las pelotas, por lo que no queda más remedio que hacerlas felices, para que ellas eventualmente nos hagan felices a nosotros.
Si es que alguna vez hubo guerra de los sexos, felicitaciones, las mujeres ganaron hace mucho tiempo. Ya firmé alegremente mi capitulación, ¿cuándo empezamos a celebrar la paz?

7.9.05

Cortázar a dos lucas

Este tipo de cosas debiera publicitarse más. "The Clinic" está lanzando una colección de libros de Julio Cortázar a un precio casi de broma. La edición del 1 de septiembre circula junto con "Rayuela" a sólo $1990. Y luego vendrán más: "El Libro de Manuel", "Historias de Cronopios y Famas", "Bestiario", etc.
Entonces? Entonces no se compre ni la Cosas ni la Caras ni un Big Mac ni un ron barato. Para variar un poco, no gaste plata en huevadas tóxicas y llévese a don Julio para la casa. Considérelo una inversión.

5.9.05

un relato de ficción

Estadio Mané Garrincha, Brasilia. Corren los minutos del primer tiempo. "Kalule" Meléndez choca de frente con Roberto Carlos. El brasileño cae de bruces en el pasto mojado, mientras el chileno mueve los brazos como diciendo "yo no fui!". El juego se detiene y el árbitro se acerca con cara de pocos amigos, la mano en el bolsillo agarrando una cartulina amarilla. Roberto Carlos se pone de pie, conversa con el árbitro, le dice que está todo bien, fue sólo un accidente. Pone una mano en el hombro de Meléndez y lo abraza. Acto seguido, saca un plumón de su short y estampa su firma en la camiseta roja. "Kalule", emocionado hasta las lágrimas, pide salir del campo de juego.
A un costado de la bandera del corner, Pinilla y Kaká comparten datos sobre el cuidado del cabello, intercambian mails y quedan de acuerdo para un carrete al final del partido. La pelota vuelve a correr en los pies de Adriano, que se acerca peligrosamente al arco de Chile. Contreras saca fotos, entusiasmado. Tirar y gritar gol son una misma cosa.
En el entretiempo, "La Roja" departe alegremente con unas promotoras de caipirinha, mientras la selección de Brasil juega una pichanga amistosa 5 contra 5. Robinho anota siete goles y es ovacionado por el cuerpo técnico de Chile, que las oficia de improvisado público.
El segundo tiempo se hace corto. Rojas celebra los bailes de Marcelo Salas, que dejó la banca para acompañar a unas garotas en la tribuna. Todos juntos gritan el quinto gol verdeamarelho, mientras el árbitro felicita a Ronaldo por la excelente maniobra. Los guardalíneas aplauden y hacen la ola junto a la defensa chilena. Pitazo final.
Comienza la samba, el estadio se transforma en un carnaval. Los brasileños levantan en andas a Nelson Tapia. Acosta no puede evitar improvisar unos pasos de tan contagioso ritmo. Luego se percata de que las cámaras de TVN lo están grabando y se va, serio y cabizbajo, a los camarines.