10.4.06

Madrúgalo, wey!

Ya es oficial, soy practicante. He redescubierto la alegría de despertar cuando aún es de noche, cagado de frío y más encima tratando de no meterle mucha bulla a todos los perlas de mi casa que siguen roncando. Como flamante miembro de la “fuerza laboral” de este país –eso siempre me ha sonado como a un grupo de superhéroes con maletín– estoy acostumbrando mi cuerpo nuevamente al arduo proceso de levantarse todos los días a una misma hora, algo que no hacía desde el colegio.
Al que madruga Dios lo ayuda, dicen por ahí… yo creo que Dios anda muy ocupado con lo del evangelio de Judas como para andar ayudando a la gente a salir de la cama, si no ya habría tenido la deferencia de regalarnos un poco de sol a las 6 de la mañana.
Ahí uno se da cuenta del montón de patrañas que te ponen en las películas. Porque los gringos, no importa a la hora que despierten, siempre tienen un tremendo sol en la pieza, se levantan con mejor cara de la que se acostaron y luego desayunan leyendo el diario en una mesa donde, mágicamente, aparecen esos huevos con tocino, hot-cakes (y después la obesidad es culpa de McDonalds) y café que siempre he soñado con zamparme por las mañanas. Maldita fábrica de mentiras hollywoodense.

Leer noticias en la radio es entretenido, hay que poner voz de que uno sabe, aunque en realidad se haya enterado 5 minutos antes de lo que pasó leyendo un portal de Internet. Así que ser creíble, esa actitud tan manoseada y sobrevalorada en nuestro establishment, se basa mucho más en cómo se dicen las cosas que en lo que realmente se está diciendo. Bueno, no me voy a autoboicotear, igual se supone que estoy haciendo bien la pega y soy todo lo profesional que puede ser alguien con 6 horas de sueño y nada en el estómago.

De todos modos, estos días han sido notables: la semana pasada no más, a esta misma hora andaba paseando por Buenos Aires. Mi novia es increíble, y cada pequeño momento que paso con ella mi vida se pone un poco más en colores. La paja molida en la u cada vez es menos frecuente, y me sigue quedando tiempo para hacer las cosas que me gusta hacer y ver a la gente que quiero ver. Si esta fuera una sitcom, entonces éste es un capítulo de los buenos, de esos que luego uno comenta con otra gente y vuelve a ver aunque lo hayan dado muchas veces. A mí no me importaría repetirme el plato.
Y en nuestra sección "Yo sólo quiero ser del jet set":

Uno de los artistas más talentosos y reconocidos de Sudamérica... un referente generacional como pocos. Ah, y al lado está Cerati.

Saaaaaaaaaa...