La cámara viajera! - Parte 1

Este blog inaugura orgullosamente su nueva sección. ¿Les gusta el nombre? Se lo puse yo.

La nunca bien ponderada radio Rock&Pop envió nuevamente a su practicante-puta-que-tenis-cuea-maricón, o sea el individuo que escribe, a agarrar un avión. Esta vez a Miami, a entrevistar a Evanescence y escuchar el disco nuevo que sale en octubre. Mish.

Fotos impresentables y crónicas autorreferentes, en la siguiente nota.

Instalado en Florida despues de 11 horas y 1/2 de vuelo (los de Sony nos mandaron vía Delta con escala eterna en Atlanta incluida) - Temperatura ambiente: 39ºC.

Miami es un poco repetitivo, mucho edificio art decó, palmeras como plantadas en serie. Es muy cool si viste Scarface y empiezas a repasar mentalmente las locaciones de la peli, pero básicamente es un sitio para ver en tres dias y luego irse a otra parte.

Collins Avenue... no hay ningun carrito de maní de los del Conejo.

Un par de horas para pasear, y luego a escuchar el disco nuevo. Si a alguien le gusta Evanescence, entonces reserve "The Open Door" porque es idéntico al álbum anterior y del track 4 pa' adelante todas se ponen iguales.

La entrevista estuvo muy bien. Amy Lee es guapísima, divertida, me enamoré durante 20 minutos. Luego recordé que tengo novia así que se me pasó. Luego recordé que mi novia lee este blog, así que olviden todo este párrafo.

Y como siempre, uno se hace el profesional, pero las cosas no salen de primera. El primer minuto de entrevista no quedó registrado porque conecté mal el micrófono...

CONTINUARÁ: en el próximo episodio, fotos de la entrevista! (si es que Blogger me deja subirlas...)

en construcción

Tengo casa nueva. Es grande, helada y a medio hacer. No puedo estar contento con tantos cambios. Es que en ese tipo de huevás soy como los viejos mañosos... cuesta mucho que me saquen de mi sillón, con mis cosas a los lados y una vista que ya conozco. Me gusta hacer el mismo camino cuando llego a mi casa.

Lamentablemente tengo una madre que es todo lo contrario. Cuando no tiene plata para cambiar el living, corre los muebles. En fin. La jefa se entusiasmó demasiado con el cambio y arrendó nuestro departamento antes de tiempo. Nos vinimos a la casa nueva cuando no terminaban de poner el techo. Así que más que mudanza, esto fue desalojo.

Estoy MUY cansado: con mayúsculas, que se note. Y tengo botada esta vitrina egocéntrica porque redactar el blog es hacer horas extras. Pautearle chistes a otros te va quitando tu humor, escribir para entusiasmar a otros te quita tus propias ganas de hacer cosas. Ahora tampoco me voy a pajear lloriqueando sobre mi triste vida laboral, porque estaría engrupiendo. Tengo un buen trabajo, algo que en el gremio ya es motivo de reconocimiento.

A mí me dijeron que iba a estar mejor en este otro lado. Me mintieron. Echo de menos San Miguel, lo extraño todos los putos días. No me gusta el trayecto del Metro hasta Plaza Egaña, ni los boliches del "barrio". No me gusta que ahora mi amigo más cercano viva a 45 minutos de camino. No me gustan mis nuevos vecinos, a los que no me interesa ver a menos que alguien se meta a robar. No me gusta el color de mi pieza, que se parece al de la sala de clases del colegio. No me gusta ver mis libros amontonados en cajas, ni desconocer que pasó con la mitad de la ropa que tenía antes de la mudanza. No me gusta levantarme y salir de madrugada y volver cuando ya están todos acostados y decir "llegué a mi casa", sin convencerme.

Necesito un hogar ya. Me fui del mío y no me lo reemplazaron por ningún otro. Tal vez me bancaría mejor las cosas si pudiera descansar tranquilo. Pero para eso necesito estar en mi casa, y hace dos meses que no sé donde está.

Una canción para caminar con los audífonos puestos, cortesía de los Arctic Monkeys:

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