Reflexiones dieciocheras (sin caña)

Stop.

Momento de crisis. La maldita muela del juicio apareció el pasado viernes junto con las cuecas en la radio. La cuevita... no podía asomarse en mejor fecha. Ahora ando creyendo un poco en el karma así que espero estar pagando varios errores con esto de no comer choripanes ni empanadas. Mi mandíbula sigue latiendo y se me acabaron las pastillas para el dolor.
Como no puedo abrir mucho la boca, escribo. Estaba pensando que muchas de las buenas películas de mi vida las he visto a destiempo, cuando debería estar haciendo otra cosa.

Rewind.

Unos cuantos 18 de septiembre atrás me perdí un asado familiar viendo Fight Club. Falté a una clase en la u para arrancarme al centro, solo, a ver Garden State. Recuerdo también quedarme una noche de verano hasta las 5 de la mañana para agarrar Casi Famosos, que pasaban por el cable a esa hora.

Play.

Acabo de ver Eterno Resplandor de una Mente sin Recuerdos, medio desvelado en I-Sat. Sin temor a sonar mamón, es una película con un romanticismo de puta madre. El personaje de Joel tratando de retener a Clementine en su memoria antes de perderla para siempre me conmueve más que veinte DiCaprios congelándose en el Titanic. Asunto de proporciones: una sola canción de Death Cab for Cutie tiene mas corazón que el repertorio completo de Arjona.
Es mi opinión, claro. Tómela o déjela. Lo que sé es que también tengo sentimientos, carajo. Y me gustan las pelis que me recuerdan eso. Aunquen terminen a la 1 am, y en 5 horas más deba estar despierto de nuevo. En fin, una más para la lista, otra anécdota al blog, un poco más de ojeras para esta semana.

Extras.
Michel Gondry la lleva. Dirigió "Eterno Resplandor..." y tiene otra nueva que ya me dieron ganas de ver. Trailer acá.
Por si no conocen a Death Cab for Cutie:

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