La semana pasada me mandé un buen tour. Tomando un café con Roberto, vía mail con Sanfeliú, en los patios de El Mercurio con Marcelo Ibañez, de la Zona. Tratando de entender pa' donde vamos con los blogs. Y algunas cosas salen a la luz. El que siga creyendo que son lindos diarios de vida, mejor cómprese la Pascualina y se reserva sus pensamientos sobre lo que almorzó hoy.
No, pa' que tan talibán. La gracia de este juego es ser libres a la hora de postear, así que en un nivel más básico, los blogs también pueden entenderse como una ventana a la intimidad del prójimo. Más atractivo aún si el sujeto en cuestión resulta ser un personaje conocido. Pero si pensáramos sólo en ese aspecto, estaríamos desperdiciando la oportunidad de ocupar esto como una trinchera del libre pensamiento, sin auspicios y sin glamour, sí, pero también sin presiones de avisadores, ni líneas editoriales, ni límite de caracteres ni korrecsiones de hortografia.
No, pa' que tan talibán. La gracia de este juego es ser libres a la hora de postear, así que en un nivel más básico, los blogs también pueden entenderse como una ventana a la intimidad del prójimo. Más atractivo aún si el sujeto en cuestión resulta ser un personaje conocido. Pero si pensáramos sólo en ese aspecto, estaríamos desperdiciando la oportunidad de ocupar esto como una trinchera del libre pensamiento, sin auspicios y sin glamour, sí, pero también sin presiones de avisadores, ni líneas editoriales, ni límite de caracteres ni korrecsiones de hortografia.
Bien por los que ponemos un poco de nuestra vida en la web, pero mejor aún por los que tratan además de apelar a otras vidas y buscar su propia forma de interpretar el mundo, en lugar de que se lo cuente un vocero muchas veces guíado por compromisos que no son ni remotamente un pacto de sinceridad con el otro. Y ojalá, además, sin dar la lata... que para eso ya hay (habemos?) muchos y no necesitan un sitio en internet.
Es muy posible que los weblogs derroquen a las vacas sagradas que hacen dinero monopolizando la información, hasta puede que todos nuestros "referentes" se derrumben en la próxima decada. No sé que va a pasar entonces, y tampoco sé si quiera pasar a ser parte de un sistema de medios con la fecha de vencimiento puesta.
Preferiría estar del otro lado, aquí mismo, tomándome menos en serio, y así evitar salir con cara de nada dando noticias por la tele o esclavizado por la pirámide invertida en algún diario, o peor aún, corriendo detrás de la próxima "figura" de la rancia farándula.
Hablando de no tomarse en serio, el informativo más popular en Estados Unidos ni siquiera es de verdad. Los gringos inteligentes (sorpresivamente, son muchos, aunque no los necesarios) siguen religiosamente el noticiero falso "The Daily Show" que se ríe de toda la actualidad, pero contándola igual o mejor que CNN o Fox... acá en Chile lo más parecido que tenemos a un noticiero de parodia es Meganoticias, porque esas horribles notas con efectos de sonido sobre "el flagelo de la droga" o el "drama del hilo curado" no pueden ser en serio. Le tengo poca fe a los diarios que leemos, menos a la tele made in Shile.
La radio, en cambio, se mantiene inoxidable, constante y cercana, como esos amigos que uno puede llamar cualquier día aunque no haya visto en años. Me gusta comunicar así, piola, acompañando otras cosas, dejándose escuchar... como la música de Kings of Convenience, dúo noruego lleno de canciones pequeñas y melancólicamente bellas (ojo con "Live Long"), que estuvo siendo tocado en la siempre notable Concierto.
Bloguear es un poco como hacer radio por escrito, y viceversa... mmm, suena bonita la combinación. Dará para comer?