especial navideño

Justo ahora que quiero postear harto no puedo, por qué?

Porque mi pc pasó a mejor vida repentinamente y los ágiles del servicio técnico me devolverán el tarro (espero) en 3 semanas!! 3 semanas sin pc (y de pasada, sin mi tele, que también se estropeó... no, si esta wea es mal de ojo, toi seguro) es mucho tiempo cuando se está de vacaciones cagado de calor, y salir a la calle sólo empeora las cosas...

Y yo quería hablar de la navidad, de lo que pasó cuando con unos amigos animamos una fiesta infantil en un condominio, que incluía la llegada del viejo pascuero (uno de mis partners enterrado bajo franela roja y barba falsa) y sucedió el milagro: todavía existen niños que creen en el mítico anciano.

Fue muy bello ver tanta inocencia junta, los cabros chicos saltando nerviosos cuando venía, estirando el cuello expectantes y en lugar de tirársele encima, acercándose lento, respetuosos, tocando el traje como para convencerse de que no era otra de las tantas películas con que se atragantan en estas fechas.

Y con los ojos grandes y brillantes, uno a uno iban pasando para recibir sus obsequios. Se me quedó grabado especialmente un pequeñito, de no más de cuatro años, que fue a buscar su regalo y luego abrazó mucho, mucho tiempo a mi pobre amigo, acalorado pero seguro sorprendido de no encontrarse con pendejos preocupados de levantarle el gorro o agarrarlo a patadas.

En fin, llámenme cursi, pero creo que fue una postal linda entre tanto ajetreo navideño, donde hasta los pesebres pierden sentido.

Otra cosa es la navidad cuando empiezas a cumplir años. Parece que hay un momento en la vida donde todo se transforma en ropa. No sé, parece que algo en la cara empieza a lanzar avisos a la parentela del tipo "necesito camisas", "me faltan calcetas", o " me encantaría una polera con cuello piqué". Por qué cresta pasa eso?? Yo todavía quiero juguetes y dulces y autopistas y videojuegos... la Andrea me dijo que esta fecha ya no se disfruta hasta que uno tiene sus propios hijos o sobrinos a los que regalarle cosas. Espero no esperar tanto.

Pero no sé de qué me quejo. Ahora tengo un jamón serrano gigante, que ocupa la mitad de la cocina, regalo del novio de mi madre. Y también una máquina de ejercicios, regalo comunitario de mi madre, como para compensar el jamón.

Como no se cuántos días pasen hasta que vuelva a conseguirme un computador (justo ahora estoy barseando uno en la radio) les doy altiro mis saludos afectuosos de año nuevo. Que el 2006 los encuentre bien parados, con sueños en la cabeza y las manos listas para convertirlos en realidad. Ya, que wea más mamona, tanta programación navideña me hizo mal... adiósss.