Prejuicios finales

Sí señores, fui a la Maratón de Reggaetón 2... vi a siete de los 10 delincuentes más buscados en Chile, me la bailé toda y lo pasé genial. Más encima ese día nevó: buenísimo. Y sí, también fui a ver a Panda, entrevisté a una docena de pokemonas, canté todas las que sabía y aprendí varias más. Además estaba en buena compañía, y habría sido un gran concierto si se hubiera escuchado mejor (o, de frentón, si se hubiera escuchado... los tipos no tienen talento y su sonidista menos, pero tenía que verlo para saberlo).

En fin, y qué. Incluso con mis niveles de inseguridad, no estoy para llenar expectativas del resto sobre a quien debería escuchar/ver en la tele/leer/invitar a salir. Este año comencé a experimentar un progresivo e inexorable déficit de prejuicios, y creo me gusta. Me gustan muchas cosas, demasiadas quizás. Cosas que a lo mejor no tendrían que gustarme a partir de mi trabajo, donde estudié, donde vivo, etc... pero, acaso hay una norma sobre todo esto? ¿Cómo le explico a alguien que en mis mp3 tengo Rakim & Ken-Y al lado de Jorge Drexler y Arctic Monkeys? ¿Y que hago zapping entre el show de Jools Holland y "Girls of the Playboy Mansion"?

Lo único que tengo claro es que no deseo renunciar a mi derecho humano de dejar el cerebro en el velador y descansar de tanta etiqueta: el reggaetón es un horror, el canal E! es hueco, la juventud está cada vez peor y los blogs son para gente snob. Puede que todo sea verdad, pero si me quedo ahí, voy a perderme de más cosas nuevas... conozco gente con su idea hecha del mundo a los 25, yo tengo 23 y siento que no he terminado de empezar.

Hay demasiados medios que basan su reputación en las cosas que odian, y demasiados comunicadores contando sus bonos a partir de los enemigos que tienen. Al otro lado, está Mala Rodríguez, uno de los nombres más respetados del hip-hop en español, colaborando con Calle 13 y Julieta Venegas. Los ortodoxos rasgan vestiduras mientras, al teléfono, ella se ríe y lanza: "Los prejuicios no te dejan aprender". Gracias, guapa. Gary Lightbody de Snow Patrol lo dijo aún mejor: "Ser cool toma demasiado trabajo, tienes que andar todo el tiempo encontrando que todo esta mal".

Conocen Twitter? Dudo que me haga uno. Revisé varios y lo encontré muy fome... "3.15, tengo hambre y camino por el centro". ¿Cuál es el punto? Nadie es lúcido ni gracioso ni interesante todo el tiempo, ni siquiera el chistosito de la cuadra. Twitter de noticias en el celular, todo bien. Twitter del vecino y sus no-aventuras, paso. Si la idea es buena, la desarrollamos un poco más pues. Siempre hay tiempo.